miércoles, 7 de abril de 2010

Anatomía de los dibujos animados

Los dibujos animados tienen la capacidad de desafiar las leyes de la naturaleza y salir airosos (casi siempre). El Coyote, por ejemplo, ha caído incontable número de veces por precipicios, ha sido volado con toneladas de dinamita, ha sido arrollado por trenes, etc. y ha resultado ileso. Esto convierte al sufrido consumidor de productos ACME en un personaje más poderoso que Superman, a quien un simple piedrazo con criptonita mandaría al hospital. La invulnerabilidad que demuestra el Coyote (al menos hasta el final de cada capítulo), nos lleva a pensar en su anatomía y fisiología, responsables, seguramente, de esta característica.

Michael Paulus es un artista multimediático que, como muchos, ha crecido viendo dibujos animados. Pero, a diferencia de muchos, sintió curiosidad por el aparato locomotor de estos personajes.
"Estos iconos generalmente se tuercen grotescamente de la forma humana de la cual derivan. Decidí tomar a un selecto grupo de estos caracteres populares y rendir sus sistemas esqueléticos como me imagino los pudieron asemejar los ojos de los dibujantes teniendo en su cabeza, o las manos, o los pies el 60% del cuerpo." M Paulus

El resultado es el siguiente:
 Una Betty Boop sin mandíbula.



















El esqueleto altanero del insufrible canario.


El Marciano Marvin con su cráneo esférico

















Y los robustos huesos prehistóricos de Pedro Picapiedra
















Entre otros.
Probablemente este trabajo no sea un gran aporte a la anatomía pero es una idea muy original.
Para conocer algo más de Michael Paulus, esta es su página

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